Altura y parador, llama extendida,
recurva en lances de hato el sureño estado;
no su perdición, su brisa
es la llamarada del loco o gracia.
Transitable el melón de la víspera
porque de su piel nació un remero
o cebra disecada; las aristas,
el suave verdor, la sábana-alcancía
y el libro sumergido en la algodonosa sustancia
que emanó como melaza del cesto,
es todo junto la afirmación de partida.
(Por un instante, ante Euforión, la banda
ejecutó, contrapelo, el orden
necesario en tales ocasiones.)
Córdoba, 19 de agosto de 1994.
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